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jueves, 24 de mayo de 2012

La Internet de las cosas se despliega


La miniaturización y abaratamiento de las tecnologías de computación y comunicación inalámbrica han permitido el desarrollo masivo de dispositivos de identificación y radiofrecuencias capaces de interoperar en redes, ocupar menos de un milímetro cúbico y costar centavos de dólar.

Ya en 2008 la cantidad de dispositivos conectados a Internet superó a la cantidad de humanos en el planeta, y para 2020 se espera que más de 50 mil millones de “cosas” estén en línea. La Internet de las Cosas llegó para quedarse.

Y no se trata solamente de computadoras, teléfonos inteligentes, o electrodomésticos. En la práctica, miles de objetos podrán ser “marcados”: ropa, abarrotes y alimentos, animales domésticos y de granjas, predios agrícolas, automóviles, que informarán en tiendas, cocinas, almacenes, factorías y portales de tránsito su presencia o estado.

Todas estos objetos requerirán una dirección identificatoria y el protocolo IP versión 6 alcanzará vastamente para todos los objetos que nos circundan, calculados en mil o mil quinientos por persona en el mundo occidental. El espacio de direcciones de IPv6 es tan enorme que alcanzaría para otorgarle 100 direcciones públicas a cada átomo presente en el planeta Tierra.

Nos movemos hacia un mundo donde los sensores inalámbricos y las computadoras estarán en todas partes, en las casas, el trabajo y en la calle, gestionando y monitoreando nuestro entorno, aportando información de valor para la toma de decisiones.

Los dispositivos se comunicarán entre sí (M2M, Machine to Machine), todos estos miles de millones de dispositivos generarán una enorme cantidad de información que deberá ser comunicada por las redes provistas por los operadores de telecomunicaciones, cuyo tráfico aumentará y se complejizará explosivamente, pudiendo haber congestiones si no se prevén las necesarias actualizaciones de la infraestructura de redes.

[Fuente: IPv6 Chile]

martes, 15 de mayo de 2012

CityTouch de Philips


Ejemplo de aplicación de CityTouch de Philips. (Activa los subtítulos y tradúcelos a español.)

A partir de esta tendencia creciente del Internet de las cosas, podemos observar, por ejemplo, ciudades como Praga (y en algunos sectores en Londres) que poseen su sistema de iluminación pública, automatizado y controlado por sistemas como CityTouch de Philips. Utilizando este sistema, en el video podemos observar como a través de un ordenador y vía web se puede encender, apagar, variar intensidad lumínica y controlar el consumo de cada luminaria ubicada en los puntos importantes de la ciudad. Otro claro ejemplo de aplicación urbana es Streetline Networks, creada para hacer un control y seguimiento de disponibilidad de espacios para estacionamiento. El sistema, actualmente en uso en Hollywood y en Sausalito, incorpora sensores en el pavimento e informa cada lugar disponible a una web, que puede ser consultada en tiempo real con cualquier dispositivo móvil.
[Fuente: NeoTeo]

miércoles, 9 de mayo de 2012

Sensores inalámbricos

Estas son sólo algunas pequeñas muestras de cómo Internet y las tecnologías de redes inalámbricas están llegando a nuestra vida cotidiana en forma de objetos simples, sencillos y que antes no eran más que eso, “objetos simples”, “cosas”. Hoy, un reloj puede brindarnos el aviso de que tenemos correos electrónicos para leer, así como un atleta puede tener un reproductor de MP3, radio FM y GPS en su muñeca, durante su entrenamiento. Los hogares están siendo observados por la gran industria como otro ámbito ideal, donde desembarcar con todo su arsenal de objetos con  capacidad de conexión web.

martes, 1 de mayo de 2012

¿Ésto tiene repercusiones en la salud?

En materia de salud, uno de los trabajos más complejos y completos, está siendo llevado a cabo por Keith Errey, que a través de su pequeña empresa Insasys, intenta ingresar en el mundo médico con su monitor cardíaco Lifetouch ECG.


 Con un formato similar a cualquier apósito protector utilizado ante pequeñas lastimaduras, mezclado con un conjunto de electrodos clásicos para ECG en las puntas, el dispositivo pretende ser mucho más que un sencillo “monitor de pulsaciones cardíacas inalámbrico” sino que además, estará encargado de medir la temperatura del paciente, la presión arterial y el ritmo respiratorio, entre otros parámetros.

 Por el momento, Errey tiene como objetivo conseguir que sus dispositivos sean utilizados en algunos hospitales y clínicas en Inglaterra y la India. La continua acumulación y gestión de datos proporcionará una visión más profunda “de una sola vez”  suministrando mediciones que, de lo contrario, deberían realizarse con múltiples elementos y utilizando un tiempo, en ocasiones, vital.